Noticia fácil: la ONU pide a los gobiernos de todo el mundo que despenalicen la homosexualidad.
El Vaticano responde: eeeso nooo eeees bueeeeenooooo... (intento hacer efecto eco de las iglesias o la típica voz de los curas).
La peña se pregunta: ¡Coño! ¿por qué no? A mí me gustan las acelgas, los garbanzos con chorizo, escuchar a Jiménez Losantos, etc; y eso sí que tiene delito...
El Vaticano explica: si la homosexualidad no es delito en "Homofobialandia" al final, el matrimonio heterosexual sufrirá discriminación...
Y hablo yo: esta lógica aplastante nos llevaría a hacer una regla de tres de cajón: si despenalizamos la pederastia... ejem... (tampoco es que quiera yo igualar la homosexualidad y la pederastia, aunque antiguamente se hiciera) todos los que no somos del clero sufriremos discriminación...
Bueno, que ya está bien de tratar a los gays de otra manera... ¡¡¡que son personas!!! Si se quieren petar el cacas que lo hagan, mientras no se hagan daño...
Por cierto, también me parece mal que alguien se ofenda si se le hace la típica broma de que es gay. Mal por parte del que hace la broma, pero peor si el destinatario se ofende. Hace tres años un nazi estuvo a punto de darme de hostias por hacerle una broma de ese estilo (yo simplemente respondía, él me hizo la "broma" de que yo era gay) y el otro día se molestó uno del PSOE por algo parecido. A ver si entramos en el siglo XXI...
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